El origen del Chaise longue, la palabra viene del francés, que significa silla larga, un término asociado a la aristocracia francesa del siglo XVIII, una etapa de cambios sociales, cuando el papel de la mujer fue ganando mayor importancia, en el plano público y privado.

En aquella época y desde el Imperio Romano, no estaba bien visto que las mujeres se tumbasen en el sofá o comieran en él, como hacían los hombres de la época. Pero a partir del siglo XVIII en Francia, poco a poco las mujeres decidieron empezar a adquirir  hábitos similares a los de los hombres, como fumar o tumbarse en el sofá, como símbolos de estilo, progreso y elegancia, o al menos así era en las mujeres que podían permitirse el lujo de poder comprar un chaise longue, que en el siglo XVIII era un artículo de lujo.

Poco a poco, con el tiempo, el hombre fue aceptando estos cambios en la sociedad y costumbres de la época, a la vez que la mujer, ganaba protagonismo en todos los campos, incluido por ejemplo la decoración del hogar, poniendo aún más de moda el nuevo formato, había un chaise longue en todos los hogares de la aristocracia de la época. El chaise longue sigue de moda desde entonces,  símbolo de elegancia y de progreso en el papel de la mujer.

De esas primeras chaise longue del siglo XVIII, solo quedan algunas como objetos para coleccionistas. El formato ha ido evolucionando hasta lo que es hoy día, desde una simple silla alargada que comenzó siendo en sus orígenes, hasta lo que hoy conocemos como chaise longe; un tresillo, con una plaza de los extremos alargada, para poderse recostar cómodamente. En la actualidad un chaise longue, es sinónimo de comodidad o modernidad y está al alcance de todos.